Alma Mater

Se encontraba de nuevo en la azotea del instituto que supuestamente eran sus amigos. Lo cierto era que si no fuera porque Lenalee le obligaba a convivir con esos dos individuos no les dedicaría ni un segundo de su día.

Pero el problema de hoy no eran esos idiotas, sino lo que tenía en la pantalla de su móvil. Esa aplicación rosada no le gustaba para nada. Y lo peor era que Lenalee estaba sumamente emocionada porque todos la probaran juntos. A veces la obsesión de la chica con el supuesto de que todos eran familia le causaba más problemas de los que le gustaría. Sólo que este no era un problema común y corriente.


No puede evitar un tic en el ojo mientras aprieta los dientes.

Esto tenía que ser una jodida broma.

Después de algunas semanas sin demasiada actividad, fueron informados de una nueva misión en un pequeño y misterioso pueblo español. Alertados por los numerosos informes sobre la aparición de Akuma en los alrededores y bajo la sospecha de poder hallar una Inocencia, se dirigen de inmediato al lugar con la ayuda del Arca. Aunque en aquel pueblo hacía un frío terrible, ese hecho no conseguía mermar ni un poco su felicidad por estar todos juntos en aquella misión.

Querido diario:

Hoy es uno de esos días en los que suelo pensar que hubiese sido mejor no bajarme de la cama, y es totalmente cierto. Preferiría la peor y más dura de las misiones que tener que enfrentarme a algo como ésto, ¡por si no tuviésemos bastante con el ataque de los zombies y los Komurines!

La mayoría de personas en la Orden piensan que ha sido culpa de Komui y alguno de sus inventos inútiles, pero él insiste en que ha sido un error y no tiene la culpa... No sé qué pensar al respecto con este cuerpo equivocado que me hace sentir muy avergonzado, sin contar que todavía no hay una solución fiable para arreglarlo. Lo peor de todo es que no sé si unirme al bando que quiere destruir a Komui y su laboratorio o a los pocos que quieren buscar una solución pacífica. *Sigh*